Y entonces ocurre. Te has decidido a cambiar tu alimentación porque piensas que tu salud va a mejorar y comienzas a tener “trastornos” intestinales.
Con la dieta paleo, he sufrido bastante de gastroenteritis en mi período de adaptación, sin embargo, unos años antes con la dieta de la zona, me sucedió lo contrario: estreñimiento.
En esos momentos, en los que tienes mono de azúcar y encima dolor de tripa, piensas, “estoy peor que antes, ¿esto que m*erda es?” (y nunca mejor dicho), así que veamos qué podemos hacer para solucionarlo.
NOTA: Si no sigues la dieta paleo, estos consejos también te ayudan 😉
Posibles causas
Período de transición
Flora intestinal
Una flora intestinal sana es necesaria para nuestra salud en general, y también para que se produzcan de forma correcta los movimientos intestinales que favorecen la digestión de los alimentos y la evacuación de desechos.
Tanto la destrucción de nuestra flora bacteriana por el uso de antibióticos (por ejemplo) como por un crecimiento anómalo de la misma, puede provocar estreñimiento.
Si la flora está dañada, ayudará tomar prebióticos y probióticos (tanto en alimentos como suplementos), pero si la flora bacteriana ha crecido en exceso, te ayudará llevar una dieta baja en hidratos.
Carbohidratos
Si has decidido llevar una dieta muy baja en hidratos, retirando frutas y tubérculos puedes sufrir estreñimiento.
Si los retiras y sigues yendo al baño con normalidad, adelante. Si notas ligeros desajustes, y sabes seguro que tu flora bacteriana no ha crecido en exceso, prueba a reintroducir pequeñas cantidades cantidades de hidratos provenientes de glucosa, ya que una posible intolerancia a la fructosa empeoraría tus problemas intestinales.
Eso sí. Como comentaba en el punto anterior, asegúrate del estado de salud de tu flora bacteriana, antes de incrementar los hidratos, para no empeorar el problema.
Bebe agua. Punto
Salud mental
Cada vez se escucha más acerca de la existencia del eje “intestino-cerebro”, que conecta los dos órganos. Están tan vinculados que como afirma el doctor Mercola:
“En un sentido muy real usted tiene dos cerebros, uno dentro de su cráneo y otro en su intestino. Curiosamente, estos dos órganos en realidad están creados del mismo tejido.”
Hay estudios que vinculan la ansiedad y la depresión a desórdenes gastrointestinales como el síndrome del colon irritable.
Además, puede afectar a la motilidad intestinal, cambios en la secreción gastrointestinal, el flujo sanguíneo a la mucosa, etc…
Es fácil decirte que lleves una vida más relajada, pero al menos por tu salud y porque sólo tenemos un cuerpo, intenta tomarte las cosas con más calma.
Abuso de laxantes en el pasado
Desde que tengo uso de consciencia, recuerdo que algunas de mis tías han necesitado una mezcla de hierbas para poder ir al baño. Se lo recomendaron tras su primer parto, y desde entonces sufren de estreñimiento crónico. El intestino se hace vago, me decían siempre.
El uso de laxantes puede ayudar en momentos muy muy puntuales, pero ten en cuenta que produce un vaciado rápido del intestino, (incluyendo parte de la microbiota intestinal), y su uso excesivo hará que nuestro intestino acabe reaccionando sólo al estímulo de estas sustancias, empeorando el estreñimiento.
Soluciones a corto/medio plazo
Teniendo en cuenta que podemos seguir empeorando nuestra flora bacteriana a fuerza de probar remedios caseros, yo recomedaría:
- Magnesio (*) con Vitamina C. En los herbolarios suelen vender esta mezcla y algunos componentes más como colágeno: mézclalo con bastante agua y tómalo antes de dormir para ayudar a la motilidad intestinal y también a relajar la musculatura. Si no viene con vitamina C de fábrica, tómalo con un zumo de naranja o limón para facilitar su absorción. Ayu
- Ejercicio. Aunque las burpees son un gran ejercicio para mover el intestino, el dar largos paseos a ritmo ligero puede ayudarte a combatir el estreñimiento.
- El jengibre es nuestro amigo: ayuda a regular la acidez estomacal y estimula la peristalsis intestinal.
- Supositorios de glicerina, por si la desesperación te hace acudir a un laxante (puntualmente).
Por supuesto hay más recomendaciones, pero dependerán de la salud de tu flora (por ej. probióticos si tu flora está dañada) y de los alimentos que suelas incluir en tu dieta (por ejemplo, la cafeína).
Referencias
- Dr. Mercola, cómo afecta el estrés a tu intestino
- The Paleo Leap, Dealing with constipation
- The paleo solution, Chris Kresser y Robb Wolf sobre el estreñimiento en la dieta paleo
(*) Gracias a Nany Meyer por la nota sobre el magnesio.
Lansy Hairath says
Lo del magnesio lo puedo asegurar, que en su día tomaba y lo tuve que dejar porque me producía el efecto contrario al final xDDD
Y lo de la flora en mal estado también. Lo he pasado mal con ese tema meses atrás al estar tratando la candidiasis.
Ahora en ese sentido estoy bastante estable y regular, que se agradece mucho xD
Jengibre tomo bastante, que también tiene otras ventajas 😛
Muy interesante la entrada 🙂
Vanessa Díez says
Hola!
Pues pensé muchísimo en ti mientras la escribía, porque en algunos artículos recomendaban meter más carbohidratos (tubérculos y fruta sobre todo), pero luego pensé: vale, y cómo le recomiendas eso a alguien que está lo que Laura(aka Lansy). ¡Le destrozo la vida!
El magnesio se usa mucho al principio de la paleo, sí, pero no se puede alargar mucho, tienes razón jaja.
¡Muchas gracias por el comentario!
Un besico, guapa.
PS: Jengibre forever