Cuando crees que ya por fin tu entorno ha comprendido que sigues la dieta paleo, lo qué puedes y lo qué no puedes comer, de pronto alguien dice un día:
¿Llamamos al chino?
En ese momento, yo me siento más o menos así:
Porque la oferta de ir al chino/macdonals/burguer/KFC, suele ir acompañado de “venga, una vez al año, no hace daño” o “yo como bien siempre, pero de vez en cuando el cuerpo me pide comer alguna guarrería”.
Claro que tu cuerpo te pide comer basura: de hecho esa m*erda se llama Glutamato monosódico, potenciador del sabor por excelencia.
Un poco de historia
A principios del siglo XX, el doctor Kinukae Ikeda, profesor de química en la universidad de Tokio, descubrió un quinto sabor, además de los cuatro que nos enseñaron en el cole (dulce, salado, ácido y amargo), que era provocado por un aminoácido llamado glutamato monosódico, y al que bautizó como como Umami, “sabroso”.
Como el resto de los sabores, tiene una zona concreta de la lengua donde se detecta:
Por qué evitar el glutamato potásico
Este aminoácido conocido también como prteína hidrolizada, extracto de levadura autolizada, ajimoto o E-621, está presente en comidas preparadas, comida china, patatas fritas, aperitivos, etc.
Su consumo aumenta el apetito y está asociado al conocido a diversos síntomas que se conocen como síndrome del restaurante chino:
- migrañas
- ataques de asma
- palpitaciones
- sensación de presión en la boca o en la cara…
- alteraciones en los niveles de insulina
Enlaces de interés:
-
Glutamato monosódico, la razón de que la comida basura está tan rica
- Glutamato monosódico, veneno autorizado
Por esto, cuando estés en casa y alguien te proponga llamar al chino para que traigan comida, dando excusas como que no apetece cocinar, propon preparar un plato con toques orientales, que tarda en cocinarse apenas 20 minutos (aunque se potencia su sabor si lo dejamos macerando un tiempo) .
Ingredientes:
- 400 gr de ternera, preferiblemente en filetes
- Zumo de una naranja
- 1 cucharada sopera de jengibre
- 1 pizca de sal
- 1 pizca de pimienta
- 2-3 cucharadas de aceite de oliva virgen extra.
- 2-3 pimientos para la guarnición (de los que más te gusten)
Preparación:
- En un bol lo suficientemente grande para que quepa toda la carne, mezcla el zumo de naranja con las especias.
- Corta la ternera en tiras finas, de 1 cm de ancho aproximadamente.
- Pon la carne en el bol y remueve con el zumo y las especias.
- Deja macerar durante al menos dos horas.
- Para preparar el salteado, corta los pimientos en tiras y ponlos junto al aceite en la sarten a fuego medio para que se vayan asando.
- Cuando el pimiento esté blandito, sube el fuego y tras escurrir la carne, ponla en la sarte hasta que compruebes que se va dorando y no queda cruda por ningún lado.
Espero que te guste la receta 😉
Paleobro says
Chino, chino… que inocentes intenciones.
Muy completa esta entrada, consejos sobre nutrición acompañados de una exquisita receta… y menudas fotos!!
Ciao sister!
Vanessa Díez says
jajaja, yo hace tiempo que desistí del chino, sin saber lo del glutamato, por la hinchazón general que me daba.
Muchas gracias, bro! Y gracias por recomendarme esa maravillosa cámara de fotos 🙂
Besicos
Raquel says
waaaauuu!! Qué pintaza… me la apunto para el finde!! 🙂
Ya te contaré!!
Saludos!!
Vanessa Díez says
Gracias Raquel,
síi, verás que rica. Ha sido un éxito en casa 🙂
Un abrazo!
Gabriel says
Efectivamente pintaca total, y unas “afotos” wenisimas. Esto va tomando un cariz profesional absoluto. Ya te falta na mas enjuagar y sacar brillos a los pimientos como hacen en la publicidad de las revistas. ¿Has visto que en las fotros siempre salen rojo intenso? :). Jur se me acumulan la recetas , aun no he podido hacer la de fresas con gelatina, en fin pa eso estan los discos duros pa rellenarlos.
Huhg
Vanessa Díez says
Hola Gabriel,
Pues no te creas, que sí que pensé en pasarle la la bayeta a los pimientos, pero después dije: mejor no, que esto luego me lo tengo que comer jajaja
Muchas gracias, me he reído un montón con el comentario 😉
Un abrazo!