Hace dos semanas, Yedah, autora del delicioso blog www.delissin.com, lanzaba un reto a través de twitter: preparar unas patatas con salsa brava que cumpliesen todos los requisitos para ser una receta paleo.
Hasta ese momento, nunca me había planteado los ingredientes que lleva la salsa brava de los bares, porque cuando no seguía la dieta paleo, eran una ración tan socorrida como las croquetas: a casi todo el mundo le gustan, y así no hay conflictos.
Y desde que soy “primal” evito salsas, porque suelen llevar harinas para espesar, y la salsa brava también: harina de trigo o maicena, y azúcar aparecen casi siempre en las recetas que he encontrado por Internet.
Ingredientes
La salsa brava clásica tiene muchas variantes: con pimentón picante, con cayena, con guindillas… pero cuando llegué a la frutería de mis vecinos pakistanís y vi unos raros pimientos picantes de origen africano, no pude resistirme.
Cuando fui a pagar, el dependiente me advirtió: “¡Pican mucho, si no estás acostumbrada, pon poca cantidad o te pondrás enferma!”. Dudé un poco, porque si una persona acostumbrada al picante te dice eso, es que debe ser muy muy PICANTE. Pero en lugar de correr a cambiarlos por las guindillas verdes que me señalaba el hombre, salí de la tienda con aire de “Usted no sabe con quien está hablando”.
Junto con los pimientos africanos, llevaba unos tomates de pera muy maduros, y taro, que es el tubérculo de sabor más parecido a la patata que he encontrado.
El tema de usar patatas o no en la dieta paleo: hay gente que las come y gente que las rechaza, al igual que hay paleo que comen cereales sin gluten y otros que sí. En mi caso, las evito porque no se incluyen en los ingredientes aceptados por el programa Whole30, y porque es un alimento que no me sacian, cosa que si consiguen el bonito y el taro.
Salsa Brava
Ingredientes
- 4 tomates de pera maduros
- 1/2 cebolla
- 1 ajo cortado en láminas
- 1/2 pimiento africano
- 2 cucharadas soperas de aceite de oliva virgen extra
- 1 cucharada de té de miel (opcional)
- 1 pizca de sal marina
Preparación
- Picamos la cebolla en cuadraditos y la ponemos con el ajo en una sarten a fuego medio hasta que se doren.
- Para la salsa brava, necesitamos en primer lugar, tomates maduros sin piel y sin pepitas.
- Para quitar la piel con más facilidad, hervimos agua, y cuando esté en ebullición, ponemos los tomates durante un minuto como máximo.
- Pasado ese tiempo, los retiramos del agua y los lavamos con agua fría. La piel sale con mucha facilidad y así no perderemos nada de la pulpa del tomate.
- Cortamos los tomates por la mitad y tras quitarles las pepitas los ponemos de nuevo en la olla (esta vez sin agua), a fuego lento.
- Añadimos la sal, la cebolla, el ajo y el pimiento africano y tapamos la olla.
- Cocemos a fuego muy lento durante 20 minutos.
- Pasado ese tiempo, añadimos la cucharada de miel y removemos bien, hasta que se mezcle con el resto de los ingredientes.
- Retiramos la olla del fuego y quitamos el pimiento (después de la advertencia, le cogí un poco de miedo :P).
- Batimos los tomates y el resto de los ingredientes hasta que quede una salsa homogénea.
Las patatas
Ingredientes
- 2 taros
- 1 vaso de aceite de de coco o ghee.
- 1 pizca de sal marina
Preparación
- En una sartén a fuego medio, ponemos el aceite y dejamos que se caliente.
- Pelamos y cortamos los taros en cuadraditos y los añadimos a la sartén con la sal.
- Vamos dándoles la vuelta hasta que veamos que los gajos de taro están dorados por todas sus partes.
- Si no os gusta demasiado la sensación aceitosa, al sacarlos de la sartén, podemos ponerlos sobre papel de cocina y dejarlos que escurran.
Y aquí el resultado final, con la salsita:
PS: con medio picante para esa cantidad de tomate es suficiente para una salsa medianamente picante, así que confirmo lo que me advirtió el frutero.
Espero que os guste, cavernícolas 🙂
Las demás participantes en el reto (por orden alfabético):
- Débora: Patatas bravas paleo adobadas y con mayonesa de aguacate
- Eli: Bravas paleo de coliflor y bravas paleo de plátano macho
- Lansy: Mi versión de las bravas paleo
- Yedah: Paleo patatas bravas
Laura says
Lo leí pero no te comenté xD ains leer esto ahora, que hambre me está dando jajajja
No conocía la existencia de los taros, pero creo que los he visto en un locutorio (la perra me lleva a conocer calles xDDD). La verdad es que dan totalmente el pego.
paleomoderna says
Síi, es verdad, sólo los he visto en esas tiendas que funcionan como locutorio/fruteria/carnicería jaja
Dan el pego por la textura y el sabor, si te animas un día.
Que lista la perra 😉