Creo que asusto a mis amigos cuando les hablo de la dieta paleo.De forma inconsciente, claro, pero aunque me muestran interés, cuando les digo que prueben la dieta evolutiva durante un tiempo, que de verdad que merece la pena, me cambian de tema rápidamente. Así que he empezado a sospechar.
Qué puedes esperar si le dices a alguien que no conoce la dieta paleo que…
- Nunca más podrás ni siquiera un cereal, ni nada que haya estado cerca de un cereal.
- Nunca comas carne que no haya sido criada libremente en un prado.
- Nunca más comas nada que lleve azúcar o se le parezca lo más mínimo.
- Nunca más tomes algo que lleve aceites vegetales,
- Y si algo que no es paleo roza tus labios, lo está haciendo mal, mal y mal.
Pues pensándolo fríamente, y a mí me sonaría tan atractivo como un apocalipsis zombie.
A veces me ilusiono tanto enumerando los productos que NO puedo comer, que mis queridos amigos, cuando aún no habían visto las recetas que preparo, estaban convencidos de que mi vida debía de ser un infierno.
¿Y qué decir de cuando les cuento emocionada en qué consisten las clases de crossfit, arrastre de neumáticos, los pesos muertos, las arrancadas…?
Después de contarles todo esto, con lo que a mí me apasiona, no conseguía entender por qué no se animaban mis conocidos a adaptar su dieta inmediatamente y a seguirme a los entrenamientos funcionales.
Motivar, en vez de juzgar
Es fácil convertirse en lo que los americanos llaman en un “paleo police”: personas que critican en tu blog porque tu vida no es lo suficientemente paleolítica para su gusto .
Afortunadamente, no parece algo que se de entre los “paleos” de habla hispana (al menos yo no lo he sufrido), pero SÍ es fácil caer en juzgar lo mal que comen otros.
Por eso, aunque me gustaría predicarle a todo el mundo sobre las beneficios de esta dieta, intento no dar mi opinión sobre lo que comen otros, y solamente lo hago cuando alguien me ha pedido ayuda previamente.
Si un ser querido quiere adentrarse en el maravilloso mundo de la dieta paleolítica, es mejor explicarle en primer lugar una cantidad de alimentos maravillosos que podrá comer: comida real, natural y sabrosa.
Que aunque lo realmente recomendable es comer ternera de pasto, jamón de bellota y verdura ecológica, no todo el mundo se lo puede permitir, y por algún sitio hay que empezar: lo que sí es realmente imprescindible es leer las etiquetas y que sepa lo que está comiendo.
Explícale que tendrá momentos de debilidad física y psicológica, y algún que otro síntoma propio de adicción, que es normal pasar por esta fase y que tú estás ahí para apoyarle en lo que necesite (sí, el azúcar es una droga). Y si tiene algún desliz, que no se fustigue más de lo necesario, lo importante es que tenga claro su objetivo y siga adelante.
El otro día me escribía una lectora, contándome que tras dos días de angustia por no poder comer pan, había cedido y se sentía fatal por ello. No es el fin del mundo, no se trata de sufrir si no de saborear de nuevo la comida natural.
Y aceptémoslo, seguir una dieta 100% paleo es casi imposible y requiere una fuerza de voluntad extraordinaria. Si te apetece, tómate esa cerveza con tus amigos después de entrenar, eres humano/a y el que tu dieta esté “limpia” al 80%, es más que aceptable.
Eso sí, no aproveches que la moelna te ha dicho esto para ponerte tibi@ este finde: ¡¡ten claros tus objetivos!! 😉
Ana says
Como dices, el azúcar es una auténtica droga. El pan también. Si a esta lectora que se está quitando del pan le sirve de ayuda, yo me sentí rara durante un mes cuando lo dejé.Pero los beneficios de no tomarlo son tantos, que merece la pena. Eso sí, al ritmo que cada cual pueda llevar. Esta cosas no son fáciles. Gracias por el post!
paleomoderna says
Hola,
sí, es temible la influencia del azúcar en nuestra alimentación.
Creo que la dieta paleo al final es como una especie de plantilla, y no tiene por qué aplicarla todo el mundo igual, que al final, quién mejor conoce su cuerpo es uno mismo, no?
Gracias a ti por leerme.
Alejandra says
Quė buena entrada!
Es tan cierto todo lo que dices, luego que uno lleva tiempo haciendo los cambios en su alimentación, evitando cosas procesadas, gluten, etc., es fácil juzgar y señalar a los que no lo hacen. Y la verdad es que cada quien lleva su ritmo y hay que tomar en cuenta también que las posibilidades (económicas y de acceso) de comer “más limpio” no siempre son las ideales y por ende no siempre podemos llevar una alimentación 100% limpia.
Autoflagelarnos por salirnos del camino es más dañino que salirse en si mismo.
Muchos clap’s para esta manera de ponernos en orden con las ideas 😉
P.D. Yo no hago propiamente Crossfit, pero igual cuando platico lo que hago (que me emociona mucho y disfruto tanto a pesar de los “ay,es”) la mayoría de la gente me ve con cara de “esta tipa está enfermita!” Jajaja
paleomoderna says
jajaja, Muchas gracias, Ale!
Bueno, yo reconozco que soy la primera que veo el plato de otras personas y pienso “Ay, que desastre hormonal”, y es inevitable porque pasamos mucho tiempo leyendo sobre comida y deporte, al final te fijas.
Cuando comemos algo que se sale de lo paleo, la culpa que se siente es grande, sí… pero bueno, ya bastante díficil es adaptar nuestra dieta a la vida moderna, como para ponernos más presión de la necesaria.
Ánimo con el entrenamiento que lo estás haciendo genial, y que duras las rutinas que elaboraste tú misma, me encantan!!
Un abrazo.
deborapaleopez says
Jaaajajaj! Me ha encantau el final xD Pos oigame, me ha gustado mucho este post, porque yo a veces me pongo un poco nerviosa explicando la paleo, me siento a la defensiva a veces y no me gusta nada. hay que relajarse y no dar mucha explicación, si a alguien le interesa de verdad ya preguntará. Yo estoy cavernizando a un amigo ahora y está más que contento y no le está costando nada… excepto por la cerveza… Pero estoy orgullosa 😀
Besos Moelna!!
paleomoderna says
Muchas gracias, guapa!!
Me alegra mucho de que estés consiguiendo cavernizar a tus amigos… se empieza por uno… si es que no hay nada como demostrarles contigo misma que funciona. Que en tu caso además, los resultados son espectaculares 😉
Es normal que te pongas nerviosa, porque muchas personas muestra interés, pero casi no te dejan ni terminar. El día en que alguien no me diga eso de “pero es que en el paleolítico se vivían muy pocos años” creo que lloraré de la emoción.
Ya vendrán al redil, ya jajaja
Besicos, Antojista!
Petro says
Tu blog se ha convertido en uno de mis fijos, me gusta mucho!
yo estoy intentando hacer el whole30, pero soy incapaz de cumplirlo durante 30 días, cuando no tengo cena con alguien, son fiestas en mi ciudad, o bodas etc… argh! y lo malo es que una vez que meto la pata me vuelvo a descontrolar… y eso q me reconozco adicta a los hidratos! Debería existir una asociación de adictos a hidratos y azucares…
paleomoderna says
Hola Petro,
totalmente de acuerdo en el que deberían existir “adictos a los carbohidratos anónimos”, jajaja.
Sí, compatibilizar el whole30 con la vida social es muuuy complicado… ya no es que te insistan en que tomes algo, es que a veces no hay comida decente 🙁
Este programa es un poco radical a veces, y aunque lo hago para “desintoxicarme” cada cierto tiempo, en general sigo la dieta paleo al 80-90%, porque como tú dices, a veces es casi imposible (que no me oiga la paleo police).
Una vez leí en un libro de Barry Sears, autor de la dieta de la zona, que si una comida no la haces perfecta, siempre tienes la siguiente para volver a intentarlo. Si un día tienes un compromiso, al día siguiente vuelve a tu dieta paleo normal, y para adelante.
Muchas gracias por el comentario. Me alegra mucho que te guste el blog 😉
Flori says
Hola, yo llevo muy poco con esta vida, desde enero de 2014, y posiblemente no pase del 50% paleo, pero ya lo noto en esos achaques que no son para ir al médico, pero que no estás bien. Además he perdido varios kilos sin proponermelo. Yo he decidido no contar nada de mi dieta. Si alguien me pregunta, en principio solo le digo que no como dulces, lo demás, solo si insiste o lo veo con interés.
En cuanto al deporte hago pilates y salgo en bici cuando puedo.
Ya te digo que soy una “slow-paleo”, pero me va bien.
Gracias por hacernos mas liviana esta vida de contra corriente.
Vanessa Díez says
Flori,
Un 50% siempre es mejor que un 0%, que no siempre es fácil conseguirlo con la vida que llevamos.
Bueno, pasito a pasito, lo importante es que te sientas mejor de ánimo y físicamente. Además, está genial que tengas una rutina de ejercicio 🙂
Ayyy, los compis/amigos/familia que te tientan con pastelicos y gluten. Yo intento tener paciencia, porque muchos te ofrecen con mucha ilusión
ese pastelico que han comprado para celebrar su cumple. Y si ya lo han preparado casero, no te libras 😉
Gracias a ti por el comentario.
Un abrazo!
Gracias a ti