Comienza un nuevo año, y TODOS nos planteamos esos propósitos que muchos abandonaremos a los dos días, a pesar de haber jurado y perjurado que este año sea distinto…
Pero ¿por qué nos resulta tan fácil olvidarnos de ellos? ¿Qué podemos hacer para conseguir nuestro objetivo?
Planteáte un sólo objetivo al mismo tiempo
¿Conoces a alguien cercano que se haya planteado dejar de fumar, adelgazar y prepararse una maratón al mismo tiempo?
Estaría genial que pudieras conseguirlo todo al mismo tiempo. Sería como quitarse una tirita: la arrancas del tirón que dolerá temporalmente, pero pasará en seguida.
En la práctica no es tan fácil. Posiblemente dentro de dos días te sientas tan desbordado/a que pensarás que no merece la pena tanto sufrimiento.
Es el primer paso para abandonar.
Leo Babauta recomienda en su libro “El poder de lo simple“, comenzar con un sólo objetivo, centrar toda tu energía en él y una vez que lo hayas consolidado como hábito, pasar al siguiente objetivo.
Elige un objetivo que te suponga un reto, pero que sea realista
Si eres una persona completamente sedentaria, empeñarte en correr una maratón en 6 meses tal vez sea un objetivo demasiado ambicioso.
Sin embargo, marcarse un primer objetivo algo más modesto, como aguantar corriendo 5 kilómetros, es más realista, mucho más asequible y relativamente fácil de conseguir, lo que te motivará en tu camino hacía la maratón.
Tu objetivo debe ser específico y medible
“Este año, voy a estar estupenda en bikini” o “este año voy a ponerme en forma”, son dos propósitos de año nuevo que he escuchado y he dicho a menudo, pero…
- ¿Cuánto quieres adelgazar?
- ¿Qué es para ti estar en forma?
Si no se puede medir, ¿cómo sabes si has conseguido tu objetivo? y sobre todo, ¿cómo vas a saber qué tienes que hacer conseguirlo?
Si eliges un objetivo más específico: “quiero perder 5 kilos de grasa“, “quiero hacer 50 flexiones seguidas” o “quiero levantar 100 kilos en peso muerto“, podrás trazar un plan.
Ponte fechas
¿Recuerdas cuando estabas estudiando y te prometías no dejarlo todo para el último momento, pero al final te pegabas el atracón de libros en la última semana?
Marcarte una fecha límite para conseguir tus objetivos es importante para no relajarte, pero que no te suponga una presión adicional.
Define tus objetivos alrededor de comportamientos, no resultados
- Un comportamiento es algo que puedes controlar tú.
- Un resultado es algo que se consigue como consecuencia de modificar tu comportamiento.
Así, un resultado sería “perder 10 kilos”, que si bien es un reto medible y realista, presenta un problema: los resultados a veces están fuera de nuestro control. No puedes controlar tus células grasas, ni tu metabolismo basal.
Sin embargo, “voy a dejar de beber alcohol”, “voy a entrenar una hora diaria”, “voy a comer de comer azúcar”… son comportamiento que sí podemos controlar.
Si aplicamos determinados comportamientos, estaremos más cerca de conseguir nuestros objetivos.
Escribe tus objetivos, fírmalos y pégalos en la nevera
Además de comunicárselo a alguien de confianza que sepas que te va a apoyar en tu propósito, comprométete contigo, porque al fin y al cabo, recuerda que es por ti por quién lo haces, y la persona que va a resultar más beneficiada cuando lo consigas.
Feliz año nuevo!
Maribel says
Muy buenos consejos. Tomare nota.
Vanessa Díez says
Gracias,Maribel!
Un abrazo.
Gabriel says
Feliz año Vanesa, y que cumplas tu objetivo sea cual sea.Besos.
Vanessa Díez says
Gracias, igualmente!!
Un abrazote