Pollo jamaicano, sencillo y delicioso

Menuda se lió la semana pasada cuando el patentador autor de The Paleo Diet™, Loren Cordain, arremetió contra todos aquellos que pretenden hacer negocio a costa de la dieta paleo: suplementos alimenticios, programas de X días, bloggeros y autores de libros recetas paleo.

En fin. Aquí está el artículo original, y aquí un resumen en español. El fondo del artículo es correcto, que es defender las bases de la dieta paleo, pero no se tiene más razón por gritar más.

Pero lo que realmente quería compartir contigo hoy  es esta maravillosa noticia que se publicó el domingo 14 de Septiembre en el periódico el Norte de Castilla “Una vallisoletana de 16 años, ha evitado que le extirpen el colon al desterrar harinas, leche, legumbres y azúcar. Sigue la paleodieta“.

Ojalá se publicasen noticias como estas todos los días. Y ojalá más gente entendiese que su salud depende en gran medida de la forma en la que se alimentan. Qué de problemas y de pastillas se ahorrarían en el futuro.

Cuando leo esto, me gusta pensar que estamos todos en el mismo barco, más o menos estrictos, primal o paleo… que estamos para difundir las bases de la dieta, que no es más que una plantilla que cada uno adaptará a sus necesidades, para contar sus beneficios y para ayudar a otros a mejorar su salud.

Por cierto, ¿soy la única a la que le sorprende la frase  “los médicos tratan de aprender”?

***Editado: tras publicar el post, me escribió Sara (la vallisoletana de 16 años) a través de twitter. No os perdáis sus publicaciones en esa plataforma: Tiene un sentido del humor que me encanta y me he estado riendo  un buen rato con sus tuits.

Pollo jamaicano

Y sin más, te dejo con la receta de hoy. Es deliciosa y muy sencilla de hacer. Se prepara en un momento pero para aprovechar al máximo los sabores de las especias te recomiendo que dejes macerar la carne al menos una hora por cada lado.

NOTA: si estás en pleno whole30, prueba a cambiar la miel por zumo o jugo de manzana o piña (naturales, ¿eh?)

Ingredientes

• 500 gr. de pechuga de pollo
• Aceite de oliva virgen extra
• 1 c/t de sal
• 1 c/t de pimienta negra
• 2-3 c/s rasas de tomillo
• 2-3 c/s rasas de comino
• 2-3 c/s rasas de romero
• 2-3 c/s rasas de canela
• 2 c/s de miel

c/s cucharada sopera.

c/t cucharadita de té

Preparación

• Busca  una bandeja o recipiente lo suficientemente grande para que quepan las pechugas de pollo sin amontonarse.
• Añade aceite de oliva suficiente para formar una película fina sobre la superficie de la bandeja, no es necesario más.
• Añade  la miel y mezcla bien con el aceite de oliva.
• Añade las especias y vuelve a mezclar bien con la miel y el aceite.
• En cuanto a las pechugas de pollo, cuando más finas las cortes, menos tiempo tardarán en cocinarse, aunque yo las he dejado tal cual se ven en la foto.
• Ahora, pon las pechugas sobre la mezcla, tápalas con algún tipo de papel/tela y reserva en la nevera para que macere.
• Pasada una hora, dales la vuelta y deja macerar por el otro lado.

• Pon una sartén o plancha a fuego alto.
• Cuando la superficie esté caliente, pon el pollo y deja que se haga bien por un lado.
• Dependiendo del grosor del corte, puede llevar 8-10 minutos por cada cara. Yo le doy la vuelta cuando compruebo que la cara está bien “churruscadita” y la carne va perdiendo su color rosado hacía la mitad de la pieza.
• Dale la vuelta ásalo por el otro lado.
• Cuando la segunda cara esté bien tostada, retira la sartén del fuego y déjala en el calor residual de la sartén para que se termine de cocinar bien por dentro.

Lo puedes comer en el momento o cortar en láminas para comerlo como embutido.

Espero que te guste la receta 😉