Si alguna vez has comido en un restaurante hindú, hay dos cosas obligatorias dentro del menú: el arroz basmati y el pan (en esto no son tan distintos a los españoles).
De hecho, es casi imposible convencer al señor que te está tomando nota de que no quieres ese pan.
Así que vivirás varios minutos de tira y afloja, en los que tú rechazas el pan con tu mejor sonrisa, y el camarero lo apunta en su libretita también con su mejor sonrisa y con su mejor intención, porque realmente él piensa que está muy rico y te va a encantar.
Así que te autoconvences de que ese pan debe estar hecho con harinas sin gluten, que seguro que la cocina tradicional india usa harina de coco, ¿no?
Pero no, el pan naan, en su receta original, no es paleo, ya que se hace con harina de trigo y levadura, por lo que te quedan dos opciones: saltarte ese día la dieta y disfrutarlo o dejar que se lo coman tus acompañantes, porque total, después de pedirte cientos de veces que les expliques eso de la dieta paleo, te siguen diciendo aquello de “yaaa, pero yo sin mi tostadita por la mañana no soy nadie”.
La receta de hoy es una adaptación paleo resultona del pan naan tradicional.
He usado harina de mandioca para darle “flexibilidad” a la tortita, como la de un crepe. Se podría conseguir la misma textura con kuzu/arrowroot, pero sinceramente, la harina de mandioca es infinitamente más barata (aprox. 3.5€ el kilo).
ahhh, y si quieres hacer crepes, puedes usar esta misma receta, pero sin pasar por la parte del horno, simplemente dorando la tortita en la sarten y asegurándote de que se hace bien por dentro. Está riquísimo.
Ingredientes (para 2-3 panes/crepes)
- 1/3 de taza (aprox. 35 gr) de harina de mandioca).
- 2/3 de taza (aprox. 75 gr) de harina de almendras.
- 200ml de leche de coco.
- 1 pizca de sal.
- Aceite de oliva virgen extra/mantequilla/aceite de coco.
- Especias al gusto para adornar
NOTA: he corregido la receta para poner las medidas en tazas.
Preparación
- Precalienta el horno a unos 180ºC (arriba y abajo).
- Pon los ingredientes en un vaso para batir, y bátelos hasta que no queden grumos. La harina de mandioca es un poco caprichosa y muy propensa a formarlos si no se bate bien.
- En una sartén de unos 20 cm de diámetro, a fuego medio, pon un poquito de aceite de oliva, para evitar que se peguen las tortitas.
- Cuando esté caliente la sartén, coge un cucharón de masa y viértelo en la sarten. Si quieres hacer crepes, echa lo suficiente para cubrir el fondo de la sartén, pero para hacer pan naan, deberás poner algo más de líquido, para que tengan un grosor de unos 5 mm (un poco a ojo).
- Pronto verás que se forman burbujitas en la superficie de la masa que se está calentando.
- Tras 4-5 minutos, comprueba si puedes ir levantando la tortita con la espátula sin que se desmonte. Si no, paciencia.
- La harina de mandioca es muy pegajosa, y tal vez te parezca que lo más fácil para darle la vuelta es usar una tapadera de sartén, como con las tortillas de patatas. No es buena idea, créeme, se quedará ahí pegada. Es mejor ir metiendo la espátula por debajo de la tortita y cuando tenga consistencia suficiente, darle la vuelta rápido cuando para que se haga por la otra cara.
- Calienta otros 3-4 minutos por el otro lado, hasta que se dore ligeramente
- Coloca papel de hornear, en una bandeja de galletas o una rejilla, y pon encima los panes conforme los vayas sacando de la sartén.
- Coloca la sartén dentro del horno, y hornea durante 8-10 minutos o hasta que compruebes que la superficie esté crujiente.
- Añade aceite de oliva y especias por encima, y lusto para servir.
Si te gusta la comida hindú, aquí tienes algunas recetas para acompañarlas con el pan naan, y mojar la salsita:
Espero que te guste la receta 😉
Paleobro says
Me suena tu historia, Jajajaja. Que bien ha salido el pan!
Besos Paleosister!
Vanessa Díez says
jajaja, ese día íbamos tú y yo convencidísimos y reafirmadísimos en nuestra dieta paleo, y el señor, que sí, que traía el pan.
Muchas gracias, bro.
Besicos!
Ana says
Pintaza 🙂
Vanessa Díez says
Gracias, Ana!
Yedah says
Jajaja hoy vamos a la par. Acabo de publicar una receta de tortillas mexicanas, que por el grosor más bien parecen arepas o pan de pitta y me encuentro en el email con esta sorpresaza!
Sospresaza porque si cambio la harina de almendras por otra cosa, cumple los requisitos de la autoinmune. No puedo estar más contenta.
Cuando hice pruebas para mis tortillas mexicanas, una vez eran muuy líquidas y quedaron unas tortas finas y crujientes y pensé: mira el pan indio ese jajaja.
Me llevo una gran alegría por encontrar una receta QUE PUEDO COMER con ingredientes alternativos a mi plátano macho, que ya esta bien!!
Mil gracias!
Besos
Vanessa Díez says
Síiiiiii, que casualidad!
Ya he visto la receta de tu blog también. Menuda pintaza tienen las tortillas. El plátano macho es súper versátil por lo que veo :))
Pero esas tortitas tan finas y crujientes debían estar riquisisisisimas.
La harina de mandioca le da la flexibilidad típica de crepe o las fajitas, pero mejor mézclala con harina de coco u otra que puedas, para que no quede excesivamente “chiclosa”.
Me alegro que te haya gustado, guapísima.
Un abrazo!
Yedah says
Definitivamente tengo que probarlo. Mis tortillas quedaron bastante gruesas y parecen mas bien arepas o pan de pitta jeje.
Si las que quedaron crujientes estaban muy ricas.
Quiero crepes!! Hace días ya.
Hasta pronto!
Vanessa Díez says
mmmm, crepessss, que ricossss
Ten buen día 🙂
Un abrazo!
Edurne says
¡Qué pintaza tiene! Me encanta el recurso de la harina de yuca, es tan práctica para hacer cosas de estas.
Un abracico.
Vanessa Díez says
Muchas gracias, Edurne!
La encontré hace poco rebuscando en los bazares del barrio, y estoy experimentando. Es muy peculiar manejarla, pero me parece súper práctica.
Ahhh, y ya tengo todos los ingredientes para hacer tu pan 😉
Besicos
pablo says
Y nata para cocinar en vez de leche de coco?
Vanessa Díez says
Hola,
si toleras bien los lácteos, puedes intercambiar por la misma cantidad de nata en esta receta.
Yo no uso nata porque no me cuadra dentro de la dieta paleo, y no me gusta mucho el sabor, pero provoca menos intolerancias que la leche.
Un saludo.
pablo says
Muchas gracias. Ayer lo intenté pero me quedo la masa muy pero que muy espesa. No se si echarle más nata la próxima vez o menos harina, ¿Tú que opinas para aligerar la masa?
Vanessa Díez says
Hola Pablo,
ya me estoy asustando con el tema de las medidas. A ver si tengo la báscula mal :_(
Las cantidades de la mezcla de harinas serían como si cogieses una taza de 250 ml, y 1/3 fuese harina de mandioca, y 2/3 fuesen harina de almendras.
Antes de añadir más nata, probaría a reducir un poco la harina de almendras a 60 gr, que no es muy económica.
Cómo le dije a Silvía, pondré más fotos del proceso.
Un abrazo!
pablo says
Y harina de coco en vez de almendras?
Vanessa Díez says
Hola Pablo,
tendría que medirlo, porque la capacidad de absorción de la harina de coco es muy distinta a la de la harina de almendras.
Un abrazo.
Silvia says
Mi primer intento ha sido un completo desastre… en fin, probaremos de nuevo!
Vanessa Díez says
Silvia, no me digas eso, que disgusto!
¿Qué pasó?
Un abrazo
Silvia says
(Ante todo decir que yo no soy muy buena cocinera xD)
Pues no lo tengo muy claro, al principio era como muy muy espeso, tanto que no podía mezclarlo si quiera y creo que luego me pasé con la leche de coco.
Al ponerlo en la sarten no hubo forma de que se cocinase y quedase como una torta. Empezó a hacer las burbujitas pero se subió el aceite de oliva encima, creo que porque sobraba agua de la leche de coco. Así que después de más de 15 minutos intentando que se cocinase lo mandé a la basura! jajaja
Vanessa Díez says
Nooo, no digas eso.
Sí, la leche de coco hay que echarla a poquito si queda muy reseco.
Igualmente cuando vuelva de vacaciones, pondré más foticos del proceso antes de meter en el horno, que ayuda mucho.
Un abrazo!
Silvia says
Muchas gracias!
Marina says
Hola!! Se puede utilizar otra harina que no sea de mandioca?? No la encuentro por ningun sitio!!gracias
Vanessa Díez says
Hola Marina,
igual es por el nombre, pero también la puedes encontrar como harina de yuca o cassava, que la he visto así en varias tiendas de alimentación y herbolarios.
Otras opciones es el kuzu o el arrurrúz, pero salen peor de precio y son casi más díficiles de encontrar 🙁
Un abrazo.
Áurea says
A mí me han quedado perfectas. En vez de harina de mandioca usé el arrowrrot, porque lo compré hace tiempo y no sabía como usarlo y han quedado espectaculares (pero eran crepes no panecitos de esos hindúes.
¿Tienes más recetas con arrowroot? ¿Has probado a hacer unos creps, con mantequilla, huevo, con harinas alternativas? Y… La última y más importante pregunta de hoy, jeje, ¿tienes o conoces alguna receta de masa de pizza sin coliflor con harinas de estas? Un abrazo grande 🙂
Vanessa Díez says
Holaaaa,
me alegra que te hayan quedado bien.
Tengo un par de recetas con arrowroot sólo, porque tuve “quejas” de que era díficil de encontrar y carete 😉
Tengo una con crepes: http://paleomoderna.com/2014/02/17/crepes-puerros-jamon/
Lo de las harinas alternativas… por ahora he probado: harina de trigo sarraceno, de plátano macho, arrowroot, mandioca…quería probar el sorghum, pero no es fácil de encontrar 🙂
Lo de masa de pizza con estas harinas lo voy a intentar, te lo prometo, pero no tengop ninguna receta así de confianza, sorry 🙁
Un besazo
Adri says
Hola Vanessa!
Esta receta me encanta! Es mi desayuno de todos los días! Además, la harina de yuca la consigo en Carrefour, así que ni pintada de lo fácil que es!
Una pregunta… Mis tortitas no se abomban… Tienen que hacerlo cuando las metes en el horno?
Mil gracias! Tu blog me ha servido muchísimo, soy paleoceliaca ;P!
Vanessa Díez says
Hola Adri! Sí que se abomban un poquito pero no es imprescindible.
Le sucede como a los bizcochos tradicionales, a veces suben más por un lado… Lo importante es que queden ricas 😉
Un abrazo!