Deja de compararte para ser más feliz

Hace unos días, escuchaba un comentario de una persona criticando el modo en que otra hacía un ejercicio:

“Fíjate qué mal lo hace. Yo haciéndolo así de mal, me hago 1000 repeticiones”.

No es un caso aislado, son comentarios que puedes escuchar a lo largo del día en tu trabajo, en la calle, en tu familia. Incluso en alguna ocasión tú y yo los habremos hecho.

¿Por qué te comparas?

Está claro: es algo muy propio de nuestra sociedad el compararnos con los demás. Te comparan desde pequeño con tus hermanos o primos, te examinan, te exigen que seas el mejor. Siempre tiene que haber un ganador y un perdedor.

No soy una persona competitiva. No soy ambiciosa. Lo reconozco.

Creo es uno de los motivos por los que nunca hubiera llegado a ser campeona olímpica (a parte del hecho de que empecé a hacer deporte con 18 años). En mi caso,  aspiro a dar lo mejor de mí misma, pero trato de no entrar en competición con otros.

¿Quieres ganar cada vez más dinero? ¿Quieres  ascender más y más en tu empresa? ¿Quieres hacer menos tiempo que yo en un entreno?

Bien por ti, pero no lo comparto.

Porque compararte con los demás, te hará mejorar en algunos casos, pero en muchos otros muchos, minará tu confianza y hará que tengas una autoestima de mierda.

Deja de compararte con los demás: aumentará tu confianza y te permitirá llevar una vida más plena y feliz.

Por supuesto no estoy diciendo que te conformes con una situación que te hace infeliz, hablo de la necesidad enfermiza y constante de compararte con los demás, de la envidia.

Envidia, deja de compararte

Pero, ¿cómo dejar de hacerlo?

Se consciente de que te comparas

El hecho de compararte con los demás se ha vuelto algo tan rutinario en tu día a día que es algo natural. Tanto, que casi ni eres consciente de esa vocecilla que te dice continuamente que eres mejor o peor que…

Una vez que seas consciente de ello, corta de raíz ese pensamiento que se te viene a la cabeza.

Quiérete con tus defectos… y tus fortalezas

En lugar de repetir continuamente que ganas menos dinero que fulanito, o que haces mejor las flexiones que menganita, simplemente recuerda tus muchas virtudes, lo bueno que es tener a tu lado a las personas que te rodean.

Enorgullécete de ello.

No idealices a los demás

La vida de los demás siempre parece mejor, más fácil. Tendemos a idealizar la vida de los demás, incluso aunque seamos conscientes de que esas personas también tienen sus problemas.

Idealizar la vida de los demás, te desconecta de la realidad, y acabas pensando que  conseguir determinados objetivos que te has planteado son imposibles para ti, que nunca serás tan bueno como los demás.

Es bueno tener un ejemplo a seguir, pero siempre siendo conscientes de que todos somos humanos.

Acepta que no existe la perfección

Acepta que no puedes ser el mejor en todos los ámbitos de la vida, y se lo suficientemente flexible como para permitirte un pequeño margen de error sin que te suponga una frustración.

Voltaire decía: “la perfección es enemigo de lo bueno”.

Siempre he pensado que hay que hacer las cosas bien, pero el tratar de buscar la perfección implica un derroche de tiempo y energía, además de un desgaste psicológico excesivo y el descuido de otras tareas importantes.

Si no, pregúntale a Natalie

No te compares, ni cuando ganes

Es fácil caer en la trampa de compararte con los demás, incluso cuando eres realmente mejor en algo que otra persona.

Si lo haces, estarás en una competición eterna con los demás. Serás feliz siempre y cuando seas mejor que otro.

Pero, ¿qué pasa si llega  a tu entorno alguien que es mejor objetivamente que tú? Posiblemente tu frágil autoestima se vendrá abajo en cuestión de días.

deja de compararte

 

Y recuerda. Se feliz.

Un artículo muy interesante sobre el tema,   Espejito, espejito, dime por qué ese no soy yo

 

 

 

 

16 comentarios en “Deja de compararte para ser más feliz”

  1. ¡¡Muy bien dicho , si señor¡¡ Añadiría en lo referente a ¿Porqué te comparas? que esa persona que en el gym se fija en como lo hace el otro, tiene esa necesidad de comparar/buscar errores en los demás. como una necesidad de reforzar lo bien que lo hace él/ella que denota una sensación de inseguridad e inferioridad que le conduce a buscar una reafirmación constante. Vamos que el complejo de superioridad no existe, solo existe el de inferioridad bien manifiesto o bien latente.
    Me gustan muchos estos posts Psicológicos, se nos olvida que también es falsa la dualidad cuerpo mente, el ser humano es solo unicidad y no la suma de esos dos aspectos .
    Un salu2 Van.

    1. Muchas gracias, Gabriel. Me alegra que te haya gustado 🙂
      Totalmente de acuerdo contigo: el supuesto complejo de superioridad proviene de una inseguridad muy arraigada. Te lo dice una persona que ha sufrido de falta de autoestima durante mucho tiempo.

      Cuerpo y mente son uno, está claro. Tu cuerpo no rinde si tu cabeza está mal y viceversa.

      Un abrazote, Gabriel. Feliz finde

  2. Efectivamente Vanesa !
    Mi vida cambió radicalmente el día que me enamoré … ¡de mí!
    En el deporte es muy difícil quitarnos esa “vocecilla” de encima pero yo estoy contigo porque tampoco soy competidora.
    Entreno por placer, y eso es lo que pretendo inspirar en los que no son deportistas.
    Hay deporte de competición y deporte de diversión ¡el mundo está cambiando!
    Lo comparto …compi.

    1. Hola, compi,
      Cuánto me alegra oír eso 🙂
      Sí, desde luego para ser feliz, hay que quererse mucho a uno mismo.
      Yo siempre he tenido muchos complejos, porque no me tenía una pizquita de cariño, y así no puede irte bien en la vida.

      Me pasa lo mismo que a ti: a mi me divierte entrenar, y lo último que quiero es que sume estrés a mi vida 🙂

      Un abrazo, y muchas gracias, Ana!

  3. Buen post, Vane.

    Delos de leer un par de veces…o más…y pensar. Es un talón de aquiles.

    Gracias por escribir así.

    Besos.

  4. Cuánta razón tienes!!

    Me ha gustado mucho la parte de “La vida de los demás siempre parece mejor, más fácil”
    Siempre he pensado que todos tenemos nuestros problemas y nuestras cosas, y que compararnos con “esa pareja tan perfecta” ó esa “chica tan estupenta” no es realista ya que esas personas con las que te comparas también tienen sus problemas y dificultades en la vida.

    Eso sí, cuando tienes una enfermedad crónica como el SFC, que se lleva todo lo que tienes (o eso crees en cierto momento) y te quedas sola sin tu vida, tu trabajo, tus amistades, tus actividades… sola tú y esa enfermedad… la autoestima se esfuma como por arte de magia.

    A mi me ha costado unos años volver a encontrarme, saber quien soy (a parte de lo que hacía, ya sea en el trabajo, fuera, deporte…) Hoy en día, cada día estoy más contenta conmigo misma y me tiene muy ilusionada que vuelvo a reconocerme ante el espejo.

    Por ejemplo (una tonteria that makes me happy) las pestañas que estaban super-escasas y espurruchiñadas, debido al Hipotiroidismo, me estan volviendo a crecer, largas y hermosas. Cada día las miro y alucino con ellas. Como sigan así van a estar más bonitas que hace 10 años. Las digo: “Eeeiiii sexiiiess.. donde vais tan guapas” ^_^

    1. Yedah,
      me ha encantado la parte de “eyyy, sexiiesss…”.

      Es duro tener que luchar contra una enfermedad crónica, y tener que luchar día a día, y siento mucho hayas tenido que hacerlo sola. Aunque veo que eres una luchadora y que sales adelante 🙂
      Igual suena tonto, pero el repetirte a ti misma todos los días las cosas buenas que tienes es muy beneficioso, porque lo fácil es caer en repetirte las cosas que haces mal. Igual que es importante forzarse a sonreír.

      Sigue cuidándote y cuidando ese blog tan bonito que tienes (ahh, y a las pestañas jejeje).

      Un abrazote.

  5. Hola de nuevo, quiero hacer una puntualización , una cosa es observar y criticar al otro para sentir que ” eres mejor, lo haces mejor, tienes mas, etc…) y otra cosa competir. La competición es sana y parte de la vida misma, yo creo que esta hasta en la genética y las hormonas. La testosterona te hace competir si o si. Vamos que a mi se me pone uno al lado en la piscina y me adelanta y ya estoy yo aumentando las brazadas :).
    Otra cosa distinta en mi opinión es que tu revoltees en tu mente este tipo de cosas para llegar a la conclusión de que eres el/la mas guay del paraguay.

    1. Hola Gabriel,
      creo que la competitividad es normal: testosterona, adrenalina, años de evolución, supervivencia, ganas de superación… todo eso influye para que quieras ganar a esa persona que va por el carril de al lado.

      Lo que no es sano es que si no le pillas, te vayas a tu casa frustrado porque es más rápido que tú y le sigas dando vueltas fuera de la piscina “será más rápido, pero técnica cero” o algo parecido… Eso te amarga la vida 🙁

      Besicos

  6. Hola compi!!

    Estaba leyendo tu post y pensando cuánto me estaba gustando cuando llego al final y veo que lo has enlazado a un post en mi blog. :O Gracias!! <3

    Y ahora a lo que venía realmente. ¡Me encanta el post! La visión que has dado del asunto.

    Un abrazo campeona!

    1. Compi!!
      Tu artículo es muy bueno y súper recomendable para todo el que quiera seguir indagando sobre el tema. Así que era casi obligatorio enlazarlo 😉

      Mucha gracias a ti por el comentario. Me ha hecho mucha ilusión.

      Un abrazote, Ana!

      Un abrazo fuerte1

  7. Cuando tienes problemas con la comida y autoestima se pasa por todo eso.
    Las comparaciones casi me vuelven loca,casi me matan.
    Gracias por estos post de autoestima, un abrazo muy grande.
    Has ayudado a alguien a que supere ciertos problemas.

    1. Hola Lamento,

      tienes razón, las comparaciones vienen siempre de la falta de amor a uno mismo. Igual que los problemas con la comida.

      Quiérete mucho, seguro que eres una persona que se lo merece. Una persona muy digna de ser querida.

      Un abrazo y cuídate.

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